Todos conocemos perfectamente la importancia de un buen sueño relajante y saludable. Por desgracia, nuestro descanso tranquilo puede ser minado por los ácaros del colchón, pequeños arácnidos, invisibles a simple vista, y extremadamente perjudiciales para nuestra salud.
Estos pequeños insectos molestos anidan en colchones, sábanas, mantas, almohadas, alfombras, peluches es decir con todos aquellos tejidos con los que entramos en contacto cotidianamente y donde se acumulan pequeños restos de piel humana, de los cuales los ácaros están encantados.
En los últimos años, cada vez más personas se quejan de alergias molestas, causadas en gran medida por estos seres microscópicos.
Descubramos juntos más sobre estos insectos y cómo mantenerlos alejados de nuestro hogar.
Qué son los ácaros y por qué son perjudiciales para la salud
Los ácaros son pequeños animales pertenecientes a la clase de los arácnidos (la misma familia que las arañas).
Existen numerosas especies de ácaros, pero la mayoría de las reacciones alérgicas se deben a los ácaros dermatophagoides que miden entre 200 y 400 milésimas de milímetro y se alimentan esencialmente de la fracción orgánica presente en el polvo doméstico, es decir, descamaciones humanas, como caspa, piel muerta, cabello y uñas, que dan refugio y sustento a la vida y proliferación de los ácaros.
Contrariamente a lo que se cree, los ácaros no muerden ni pican a las personas. No se trata de un parásito hemático – como el mosquito, la garrapata o la chinche de la cama – sino de un insecto que se alimenta de residuos orgánicos, como la piel muerta. A pesar de ello, en personas con piel muy sensible, la presencia de ácaros puede provocar enfermedades y reacciones corporales graves.
Debido a las sustancias alergénicas liberadas durante su actividad normal, los ácaros son responsables de acariasis, eritemas, tos, estornudos, dificultad para respirar y tragar, ataques de asma, conjuntivitis, enrojecimiento y ardor en los ojos, hinchazón y picazón en la garganta y la piel.
Posibles síntomas de la presencia de ácaros entre las sábanas
Ya hemos explicado cómo los ácaros del colchón pueden provocar en las personas graves problemas respiratorios, diversas alergias y varias enfermedades. De sus cuerpos, emanan sustancias excretadas, como las heces y los huevos, que inhalamos junto con el aire que respiramos diariamente en nuestra casa.
Por lo tanto, lo que causa reacciones alérgicas no son los ácaros, sino sus alérgenos, que se encuentran en sus huevos, excrementos, secreciones y en su cuerpo muerto.
Los síntomas que pueden hacernos pensar en la presencia de ácaros en nuestras habitaciones son dispares y se manifiestan con mayor frecuencia durante el invierno cuando hay menos intercambio de aire y solemos mantener las ventanas cerradas y la calefacción encendida, creando un ambiente con una temperatura cálida y una alta humedad, condiciones ideales para el crecimiento de ácaros.
Veamos juntos cuáles son:
– estornudos frecuentes y repetidos;
– obstrucción nasal;
– prurito en la zona facial (en particular, nariz, ojos y boca) y en la garganta;
– irritación, enrojecimiento, hinchazón de los ojos;
– asma;
– eczema;
– tos.
Cómo eliminar los ácaros de nuestra cama
Los ácaros viven aproximadamente dos meses y medio (máximo tres) y se reproducen muy rápidamente. Eliminarlos por sí mismo con aspiradoras y productos de limpieza estándar es prácticamente imposible.
Sin embargo la erradicación de estos insectos se puede, pero solo con la intervención de una empresa especializada en limpieza y desinfección (con el uso de maquinaria y productos especiales, como por ejemplo el ozono).
Aún así, hay algunas precauciones que pueden ayudarte a evitar que estos seres microscópicos y plagas proliferen en nuestro entorno doméstico.
Colchón
La solución ideal para evitar la proliferación de ácaros es elegir un colchón antiácaros transpirable.
Sin embargo, para aquellos que ya tienen un colchón de fibra natural y no planean cambiarlo, a continuación presentamos algunos buenos hábitos para mantener nuestro colchón fresco y limpio:
después de levantarte, airea la habitación tanto como sea posible antes de hacer la cama;
limpia bien todos los muebles de polvo, comenzando desde arriba hacia abajo, terminando con la aspiración de suelo, alfombras y colchones;
- por lo menos una vez cada 3 meses, higieniza y desinfecta tu colchón dirigiéndote a una empresa especializada.
Sábanas
Para matar todos los ácaros y eliminar bien las partículas alergénicas presentes en toda ropa de cama, son convenientes algunas medidas simples pero indispensables:
utiliza siempre fundas de colchón, ropa de cama y almohadas desenfundables, y lávalas con frecuencia a una temperatura mínima de 60°;
- extiende las sábanas y las fundas de almohada al aire libre y al sol.
Consejos útiles
Hemos revisado varias soluciones para mitigar el problema de los ácaros en el espacio donde dormimos. Sin embargo hemos visto que estos insectos anidan allí donde se dan las condiciones ideales para que sobrevivan, como el polvo y la humedad. Por lo tanto, es importante tener la precaución de prestar atención y cuidado, no solo al dormitorio, sino también a las otras habitaciones de la casa, ¡veamos como!
Alfombras y moqueta
Las alfombras son sin duda un complemento de decoración espléndido pero, sobre todo para los que sufren de alergias, no deberían estar presentes en su hogar.
Alfombras y moquetas son de hecho refugio de ácaros; si no es posible eliminarlos, limita su uso.
Humedad, amiga de los ácaros
Una habitación oscura y húmeda es el ambiente perfecto para la proliferación de insectos como los ácaros. Nuestro consejo es airear la habitación con frecuencia y usar deshumidificadores para reducir su humedad.
Otras sugerencias
Aquí están las precauciones adicionales que recomendamos para garantizar, para ti y tu familia, un descanso sereno libre de alergias:
- revisa, limpia y reemplaza regularmente los filtros de aire acondicionado de tu hogar;
- si hay animales en la casa, aspira a menudo los sofás y las alfombras, especialmente después de cepillarlos;
- trate de no llenar las habitaciones con objetos haciendo que la limpieza y la desinfección sean difíciles.