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LA ALFOMBRA: ELIMINACIÓN DE MANCHAS, LIMPIEZA Y SANIFICACIÓN

Grandes o pequeños, clásicos o modernos, en materiales naturales o sintéticos, con estampados minimalistas o ricos y elaborados entrelazados que forman preciosos diseños; cualquiera que sea tu gusto, una cosa es cierta: la alfombra es un complemento de decoración excepcional e indistinguible para cualquier estancia donde se quiera recrear un ambiente más acogedor, con un toque de diseño. 

Además de ser un accesorio espléndido, es sin duda un elemento útil también para garantizar un confort mayor y como un valioso aliado contra el frío.

Para mantener la belleza de una alfombra es importante una limpieza constante y profunda, que pueda garantizar una correcta higiene y un ambiente saludable libre de polvo y ácaros, principales responsables de alergias y otras enfermedades.

Sin embargo, la conservación y el cuidado de la alfombra siguen siendo una de esas operaciones delicadas y complejas que a menudo posponemos o que hacemos mal.

¡Veamos algunos consejos juntos!

Tan pronto como nos demos cuenta de que hemos derramado algo en la alfombra, inmediatamente nos ocupamos de absorber la mancha con papel de cocina: de esta manera comenzaremos a eliminar parte de la humedad que puede dejar rastros y halos.

¿Qué debo hacer con mi alfombra?

Antes de pasar revista a las modalidades más orientadas al mantenimiento de una alfombra, es importante hacer dos premisas:

  1. cada alfombra es diferente;
  2. “quitar las manchas”, “limpiar” y “sanear” no son lo mismo.

A cada tratamiento su finalidad...

Eliminar las manchas, limpiar y sanear, aunque forman parte del mantenimiento periódico a tener en cuenta al comprar una alfombra, no son lo mismo y, por lo tanto, no deben tratarse de la misma manera.

Tiempos, modalidades e instrumentos son diferentes para cada tipo de tratamiento.

  • Quitar una mancha= eliminar una mancha se sabe, requiere un buen savoir fair y las habilidades adecuadas.  El éxito de esta operación depende del conocimiento de la reacción de la sustancia a eliminar, de su extensión y sobre todo del tiempo de intervención. De hecho, si en algunos casos es casi mejor esperar a que la mancha se seque antes de intervenir, evitando que se extienda por gran parte de la superficie alrededor de la mancha, en otras circunstancias, la intervención oportuna nos permite limitar el daño y tener un mayor porcentaje de éxito para eliminarla por completo.
  • Limpiar= es un procedimiento para eliminar polvo/material no deseado/suciedad de superficies, objetos y ambientes, con productos de limpieza o desinfección.
  • Sanear= es un proceso aún más profundo que permite eliminar virus y parásitos y que tiene como objetivo limpiar el ambiente o los tejidos, haciéndolos más sanos, e incluye tanto la limpieza como la desinfección. La sanificación puede ser realizado solo y exclusivamente por personal especializado.

...y a cada alfombra su tratamiento!

Como ya hemos dicho, cada alfombra es diferente, no solo por forma, tamaño o estilo, sino sobre todo por composición y elaboración. De hecho, hay alfombras que soportan lavados con agua a altas temperaturas y otras que, en cambio, deben tratarse con más delicadeza y solo con limpieza en seco.

Veamos juntos algunos ejemplos:

  • alfombras de plástico: las más fáciles de limpiar son las alfombras de plástico o goma. De hecho, es suficiente con agua y productos desengrasantes que se pueden pasar con un paño sobre la suerficie o con la ayuda de un cepillo con cerdas suaves para eliminar la suciedad más persistente;
  • alfombras de algodón: por lo general, se pueden lavar tranquilamente a máquina o a mano con agua y detergentes, y luego secar directamente al sol;
  • alfombras de lana: se encuentran entre las más delicadas, por lo que se recomienda su limpieza en seco;
  • alfombras de seda: son sin duda las alfombras más delicadas para las que es aconsejable una eliminación del polvo con aspirador o con batidor específico, sin usar demasiada energía.

Estas son directrices genéricas que hemos elaborado para ayudarte a comprender un poco más respecto a los diferentes tipos de alfombras y tratamientos, para que pueda identificar la solución más adecuada para tus necesidades. Sin embargo, siempre recomendamos evaluar el consejo de un experto antes de intervenir en un producto delicado con el riesgo de hacer daños irreparables, o al menos probar el tratamiento que ha encontrado en una pequeña parte al borde de la alfombra y esperar 24 horas para verificar su reacción.

Aspirar la alfombra constantemente nos permite eliminar el exceso de polvo, pero un saneamiento planificado garantiza la protección contra la proliferación de ácaros, bacterias y otros parásitos.

Bicarbonato de sodio: ¿un buen aliado?

Entre los métodos más antiguos y sin duda más famosos encontramos el bicarbonato. Valioso aliado en muchas actividades rutinarias en la limpieza doméstica, es un producto versátil y eficaz. En el caso de una mancha repentina en la superficie, el bicarbonato de sodio demuestra ser un buen absorbente inmediato para evitar que la mancha vaya en profundidad en el tejido, remediando así con prontitud un daño seguro mayor.

El bicarbonato de sodio también tiene una acción antimoho y antiolor, así como un quitamanchas natural y, por lo tanto, no invasivo

Sin embargo, el bicarbonato de sodio puede ser agresivo porque su consistencia, aunque polvorienta, es altamente abrasiva y corre el riesgo de arruinar o desgastar tejidos y superficies en caso de que se use imprudentemente.

Aunque puede ser útil en muchas situaciones de emergencia, como las descritas, así como la solución más rápida y económica, te recomendamos que te dirijas a un especialista para intervenciones de limpieza más específicas.

El bicarbonato de sodio es una solución natural, versátil e increíble para usar contra diferentes tipos de suciedad y manchas, pero requiere atención y delicadeza para evitar dañar irreparablemente tejidos y superficies.

Resumen: qué hacer y qué no hacer con cualquier alfombra

Para concluir, queremos resumir los pasos fundamentales en el mantenimiento ordinario y extraordinario de una alfombra, recordando que, aunque pueden no ser eficaces en la solución del problema, evitan la complicación del mismo.

¡También recordamos que siempre debes dirigirte a una empresa especializada en caso de duda!

Cuidado en frotar

Frotar una mancha en un intento de borrarla podría empeorar la situación haciendo que la mancha penetre aún más en profundidad y que sea imposible de eliminar.

Absorber es la mejor opción

Actuar a tiempo sobre la mancha nos puede ayudar a eliminarla eficazmente. La mejor forma es tratar de absorber con papel de cocina o, como ya hemos visto, con bicarbonato.

Testar antes de intervenir

Cualquier detergente o intervención para limpiar o quitar una mancha de un tejido, puede resultar infructuosa o incluso perjudicial. Aconsejamos verificar siempre el detergente o el producto que se pretende utilizar aplicando una pequeña parte sobre una zona “oculta” de la alfombra y comprobar su reacción en las horas siguientes.

Mantener una alfombra limpia, no solo mejora la estética del ambiente, sino también su salud.

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